Las industrias buscan ser más competitivas y encuentran en la robótica un aliado para optimizar costos. Desde el Foro de Davos aseguran que se trata de la Cuarta Revolución Industrial y la tendencia indica que las tareas rutinarias y repetitivas vinculadas al conocimiento serán prontamente realizados por máquinas, mientras que aquellos empleos que requieren de la empatía y la creatividad serán los que sigan desarrollando los seres humanos.
¿Estamos ante un típico caso de “nada se pierde, todo se transforma”? Muy probablemente. Cuando pensamos en robots que reemplazan a los seres humanos en sus empleos, al instante aparecen figuras distópicas y escenarios apocalípticos en las que los seres humanas son “despedidos” por robots, mucho más eficientes y sin ningún tipo de emoción que pudiese afectar la productividad.
Parte de esto es cierto, pero el reemplazo no será total, sino que la robótica se centrará en tareas repetitivas y fácilmente automatizables y también en ramas que requieren algún tipo de aprendizaje cognitivo, generando, a su vez, nuevas oportunidades y empleos que requieren habilidades y capacidades diferentes de las tradicionales.
Esta situación lleva a la inevitable pregunta ¿está mi trabajo en la lista de aquellos susceptibles de realizarse con robots? Este impacto muy probablemente se realice no solo sobre trabajos de fábrica y producción en serie, sino también sobre los trabajos vinculados con el conocimiento que impliquen tareas rutinarias y repetitivas. Esta es la nueva “oleada” de empleo susceptible de transformarse gracias a la robótica en los próximos años. Conocida comúnmente como los trabajos de cuello blanco, son algunas de la tareas realizadas por abogados y contadores. “Hoy en día para buscar y detectar fraude, es más probable que lo encuentre más eficientemente un robot de software porque pueden procesar grandes volúmenes de información gracias a la inteligencia cognitiva, y están entrenados para buscar anomalías, algo raro que esté fuera de los patrones habituales o regulares”, señala Gustavo Guaragna, CEO de Snoop Consulting, empresa de software especializada en el desarrollo de bots. Es que estos nuevos robots trabajadores no tienen formas humanoides, ni siquiera brazos; pero sí están dotados de voz y pueden ver y oír.
Otros empleos que están en jaque son chofer de camiones y conductor de taxis, no solo debido a una reconfiguración de los hábitos y la irrupción de una economía colaborativa (Uber) sino gracias a la aparición de transportes autónomos. Es sensato vislumbrar un futuro con menos vehículos y con muchos menos conductores aún.
Para Guaragna, lo que tenemos que empezar a ver o a imaginar son qué cosas hacemos mucho mejor los seres humanos que los robots. Mark Zuckerberg, el CEO de Facebook está automatizando su casa e hizo un “casting de voces humanas”, donde la voz elegida fue la del actor Morgan Freeman. Eso es un tipo de empleo nuevo que se crea: poner voces, calidez y empatía a estas tareas automatizadas. “Así como se puede destruir una cantidad de empleo, se crean otros empleos diferentes, todo eso justamente tiene que ver con la creatividad, con el ‘brillo’ de la creación que solo puede agregar lo humano”, sostiene el CEO de Snoop Consulting.
Aquello que sea repetitivo y rutinario es lo que se encuentra más desafiado, mientras las tareas que dependan del valor agregado del plus creativo humano tendrán más herramientas para defenderse ante una embestida robótica. Ante este panorama, Guaragna finaliza: “Hoy más que nunca la importancia no depende exclusivamente de lo que hacés, sino de cómo lo hacés. Como decía el genial René Lavand refiriéndose a Mae West ‘La cosa no está en lo que se hace, sino en cómo se hace. La cosa no está en lo que se dice, sino en cómo se dice. Y por sobre todo, cómo se mira cuando se hace y se dice’”.
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